24.5.11

Elogio II


Incólume, como siempre,
la historia de quienes se unen,
de quienes renacen cada vez.

Hoy parece medrar aún más,
celebra tus gestos, tu mirada,
tus ideas siempre volando;
te celebra.

El tiempo como tal desaparece,
pero permanece el instante.

Y nada más importa,
solamente el instante,
el instante en tu presencia.

Percibirte, en tu esplendor,
en la sublimidad desprendida,
de tus actos más naturales,
que provocan a Venus,
desear no haber nacido nunca
de la mano de Botticelli.

Solo queda cubrirte,
y permanecer en ti
para seguir depurando,
la historia sin tiempo.

No hay comentarios: