Vacío, a veces lo es todo. Días sin sabor, palabras sin sentido. A veces lo es todo, una extraña sensación de abandono, de extravío; letras liadas, sin claridad. No hay nada y es todo lo que hay, no es ni siquiera tristeza, es tan sólo ausencia, nulidad, carencia de todo y de nada. Todo y todos pasan, pero no importa, nada importa. Mirada difusa, existencia desligada, vulgar, excluida del tiempo, tiempo vacuo, tan insustancial como la vida misma. Pensamiento. Nada corpóreo, nunca nada corpóreo.
Alejandro Vidarte.
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