Hoy los ojos están marchitos...
Las manos están rotas...
El vacío se apodera...
Pero estos ojos han estado marchitos antes...
Estas manos han estado rotas antes...
El vacío va y viene...
Estas manos y estos ojos no se rinden,
luchan, se rehacen, se levantan,
más rápido tras cada caída...
Y saben sonreir,
porque aprendieron a dejar atrás,
a deslizarse sobre lo superfluo,
a permitirse poner la realidad en su dimensión.
Estos ojos y estas manos disfrutan de caer,
porque entienden ya que las heridas sanan,
y conocen ya,
el placer del resurgimiento.
Hoy los ojos están marchitos y las manos están rotas...
Pero están alegres,
porque comprenden lo que sucede después...
para ellos, no será la primera vez.
Y vos, que compartes estos ojos y estas manos,
deléitate también, creciendo nuevamente.
a deslizarse sobre lo superfluo,
a permitirse poner la realidad en su dimensión.
Estos ojos y estas manos disfrutan de caer,
porque entienden ya que las heridas sanan,
y conocen ya,
el placer del resurgimiento.
Hoy los ojos están marchitos y las manos están rotas...
Pero están alegres,
porque comprenden lo que sucede después...
para ellos, no será la primera vez.
Y vos, que compartes estos ojos y estas manos,
deléitate también, creciendo nuevamente.
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